En el puente de diciembre, hicimos una escapada de 4 días a Atenas, para conocer la capital de este país mediterráneo y empaparnos de la
cultura de la Antigua Grecia.
ATENAS
Cómo llegar y salir
Encontramos una oferta de última hora para ir de Barcelona a Atenas, con
Vueling a la ida y Ryanair a la vuelta. El aeropuerto internacional de Atenas se encuentra unos 20 km al este de la ciudad,
y es muy caro ir al centro en cualquier medio de transporte.
Lo más barato es el metro o autobús, pero el trayecto es larguísimo. El billete de metro cuesta 10 euros y permite hacer transbordos durante 90 minutos.
Si se va a realizar este trayecto ida y vuelta, seguramente sale a cuenta comprar el bono de transporte de 3 días, que cuesta 22 euros e incluye los dos trayectos del
aeropuerto.
Nosotros nos alojábamos cerca de la plaza Omonia, por lo que cogimos la línea M3 del metro desde el aeropuerto hasta la parada de Syntagma, y una vez allí cambiamos
a la M2 hasta Omonoia.
Cómo desplazarse
Prácticamente todo el centro y los lugares de interés se pueden recorrer a pie, es la mejor manera de conocer cada rincón y sumergirse en la cultura local.
Por ello, si os alojáis cerca del centro, apenas tendréis que utilizar el transporte público. Dicho esto, la ciudad dispone de una pequeña red de metro, así
como múltiples líneas de autobuses, trolebuses y tranvía. Podéis encontrar más información y todas las tarifas online en:
https://www.atenas.net/transporte
Dónde dormir
Nos alojamos en el Pergamos Hotel, que habíamos
reservamos por internet a muy buen precio (menos de 30 euros la noche). Aunque era muy sencillo, la relación calidad/precio era excelente.
Si bien la zona en la que se encuentra es muy decadente y no hay demasiado buen ambiente, está muy cerca del centro, a unos 20 minutos a pie de Monastiraki.
Los recepcionistas eran amables y nos proporcionaron estupendas recomendaciones locales. Uno de ellos hablaba castellano porque había regentado un restaurante en
Málaga. La habitación estaba cuidada y recién renovada, aunque el baño no tanto y la ducha era minúscula. El desayuno, de tipo buffet, estaba incluido, aunque no
era nada del otro mundo. En la planta superior había una terraza desde la que se veía la Acrópolis.
Dónde comer
La comida griega es muy sabrosa y se pueden encontrar restaurantes de comida local a muy buen precio, aunque es recomendable alejarse un poco de las zonas más
turísticas. Entre los platos estrella que no podéis dejar de probar, está la famosa moussaka (especie de lasaña con carne picada de cordero y berenjena), el
souvlaki (pinchos de carne), la ensalada griega (con queso feta), el queso frito, o el pasticcio (pastel de macarrones). Nosotros
comimos muy bien en dos pequeños restaurantes al oeste de Monastiraki, pero sus nombres solo estaban en griego.
Otra opción muy recomendable son las pastas de hojaldre rellenas de queso feta, carne o espinacas que venden en las panaderías de toda la ciudad.
En la zona cercana a nuestro hotel, había muchísimos kebabs. Recomendamos el Zhnobia, donde cenamos dürums enormes y el personal era muy amable.
Otro restaurante que podemos recomendar, relativamente cerca de nuestro hotel es Pasta on the Go - Italian Street Food.
En este puesto te preparan platos de pasta al momento. Era muy curioso, ya que tenía unas vespas en la terraza que hacían de mesas. Además de la original decoración, el personal era amable y la comida
(nosotros pedimos macarrones al pesto y espaguetis con tomate y albóndigas) tenía una buena relación calidad-precio.
Qué ver y qué hacer
ACRÓPOLIS Y ALREDEDORES
- Acrópolis
La gran maravilla de la civilización griega se alza imponente en lo alto de una colina, visible desde casi cualquier punto de la ciudad. Miles y miles de turistas
se acercan cada día a este monumento, y es que realmente la visita es impagable. Atravesar las majestuosas puertas del Propileo, para encontrarse frente a
frente con el Partenón, el magnífico templo dórico de proporciones perfectas del que tanto nos han hablado a todos desde pequeños, es una experiencia sobrecogedora.
Para llegar a la entrada de la Acrópolis, hay que subir una corta pero empinada pendiente por unas callejuelas y escaleras que aparecen un poco más allá de Monastiraki.
Arriba, en las taquillas, se pueden adquirir las entradas, sean solo para la Acrópolis o combinadas a distintos monumentos arqueológicos.
En invierno hay precio reducido, y todas las entradas a estos sitios tienen un 50% de descuento (pero no la combinada, por lo que deja de valer la pena).
Desde las taquillas, comenzamos la visita subiendo la colina hacia la derecha. Pasamos primero por el Odeón de Herode Aticus,
un teatro con capacidad para 6000 personas, restaurado y en impecable estado. Se ve desde la altura, desde un mirador, y llama la atención su
suelo ajedrezado. Nos desviamos para subir directos a la Acrópolis y entramos por unas escaleras cruzando las puertas monumentales
con columnas del Propileo. Una vez arriba, en la Acrópolis, nos acercamos primero al pequeño templo Atenea Nike, con
escasos 8 metros de altura y columnas jónicas, situado al lado del Propileo. Después visitamos el famoso y espectacular Partenón,
con sus columnas dóricas y frisos. Sin embargo, estaba andamiado y eso le restaba mucho encanto. Hacia el fondo de la Acrópolis, hay
un mirador con grandes vistas a los tejados de las casas de la Plaka y la colina Licabeón, aunque suele estar atestado de gente. El
último punto que visitamos sobre la explanada de la Acrópolis fue el Templo Erecteión, donde se encontraron las mundialmente
conocidas cariátides, columnas en forma de mujer, aunque las que hay ahora son réplicas (las originales se encuentran
en el Museo de la Acrópolis).
Bajamos de la explanada y pasamos por la Stoa, una galería con arcos que conecta el Teatro de Dionisio y el Odeón. El
Teatro de Dionisio es el teatro más antiguo de la historia. Allí se estrenaron obras de Sófocles y Eurípides. El semicírculo, con suelo de mosaicos y
rodeado de estatuas y frisos, tenía capacidad para entre 17000 y 19000 espectadores. La visita es muy evocadora, y se puede subir a las gradas.
- Areópago (Colina de Ares)
Este montículo pedregoso es uno de los mejores miradores a la Acrópolis, pero desafortunadamente esto es un secreto a voces, y está lleno de turistas a todas horas.
Está de camino a la Acrópolis, a mano derecha justo al llegar arriba de la subida desde la zona del Ágora Romana y Monastiraki. También hay buenas vistas del
Ágora Antigua y toda la ciudad de Atenas.
- Museo de la Acrópolis
Este museo es una visita imprescindible si se va a Atenas, ya que alberga las esculturas y frisos originales de la Acrópolis. La entrada es gratuita para estudiantes.
Las exposiciones se distribuyen en tres plantas. Primero se pueden ver, en diferentes secciones, los restos originales de distintos templos de la Acrópolis:
el Partenón, los Propileos, el Atenea Niké y el Erekteyon. Las estrellas del museo son las Cariátides y los frisos del Partenón. Se exponen 5 de las 6
cariátides, dado que la sexta está en el British Museum de Londres. Una de las cinco está muy dañada, puesto que fue destruida por un cañón turco. Los frisos del
Partenón están casi al completo: se conservan un 94% y representan la procesión de la Panatinaica, festividad que conmemora el nacimiento de la diosa Atenea. En uno
de los cuatro lados estaban representados los dioses y, en los otros, filas de humanos, carros de caballo y ganado que iban a sacrificar. Es recomendable ver el
audiovisual, que habla sobre el Partenón y muestra dónde estaban los frisos y esculturas originalmente.
Debajo del museo, se encuentran restos de la antigua ciudad de Atenas. Están en muy buen estado y se pueden distinguir claramente los muros de las casas y varias
canalizaciones. Es muy curioso cómo está a cubierto bajo el museo, que lo debe de proteger de los elementos. Su visita está incluida con la entrada al museo, aunque
se accede desde el exterior.
- Colina de Filopappou
En este gran parque alrededor de una colina, se encuentra la Prisión de Sócrates. Se trata de una pequeña cueva, pero parece que solo es una leyenda
que fuera la prisión del filósofo. Se puede subir a la cima de la colina, donde hay un mausoleo y vistas excepcionales de la Acrópolis. Dimos un paseo buscando el
Pnika y vimos a lo lejos un observatorio y varias iglesias.
- Plaka
Este barrio es uno de los más famosos de Atenas. Aunque tiene su encanto recorrer sin rumbo su entresijo de callejuelas, está plagada de tiendas de souvenirs y
restaurantes para turistas, con cazaclientes que se pueden hacer pesados. Sin embargo, cada esquina es una sorpresa y lo que más nos gustó fueron las pequeñas
iglesitas bizantinas que se escondían entre las calles.
ZONA DE MONASTIRAKI
- Plaza Monastiraki
Esta plaza es la entrada al centro de Atenas, y suele estar atestada de gente y de palomas. En ella destacan la
mezquita y la pequeña iglesia bizantina. El lugar está rodeado de puestos de mercadillo, tiendas de souvenirs y restaurantes para
turistas.
- Biblioteca de Adriano
Atravesando la plaza Monastiraki, pronto se llega a la Biblioteca de Adriano, al norte del Ágora Romana. Fue construida en el
año 132 por el emperador romano Adriano, para albergar su extensa colección de libros y como sala de lectura. Actualmente se
ve la construcción maciza y rectangular que correspondía a la biblioteca, con columnas adosadas a los muros. Al fondo del recinto,
hay una gruesa muralla. No creemos que valga la pena entrar al recinto, puesto que se ve todo bien desde fuera y tampoco hay
audioguías, folletos o carteles que guíen la visita.
- Ágora Romana
Este recinto rectangular, de tamaño similar al de la cercana Biblioteca de Adriano, contiene los restos de la antigua plaza pública de Atenas, que
era el lugar de mercado y reunión de la ciudad. Lo primero que llama la atención, justo en la entrada, es la
Puerta de Atenea Arquegetis, que era la puerta de entrada al Ágora, de estilo clásico ateniense, con su frontón y sus 4 columnas
dóricas. En cuanto a los edificios y estructuras que se pueden ver actualmente, destacan las filas de columnas jónicas, la mezquita
de Fethiye, otomana, construida en 1456 sobre las ruinas de una basílica paleocristiana; y la Torre de los Vientos, octogonal,
del siglo II a.C., que funcionaba como reloj público y cuyos bajorrelieves representan los 8 "aerides" o vientos predominantes. Nuevamente,
la visita al interior no aporta mucho más de lo que ya se ve desde fuera.
- Ágora Antigua
Situada junto a la vía del tren, el Ágora Antigua es actualmente un parque de gran extensión con restos de múltiples templos dedicados
a distintos dioses, así como ruinas de calles y casas.
Durante la visita, se puede ver la calzada donde se cruzaban las principales vías de la ciudad, entre las cuales estaba la Panathinaika, que
subía a la Acrópolis. Al oeste del recinto y en altura, predomina el Templo de Hefesto, el templo griego mejor conservado de
su estilo, en un estado casi perfecto, como un Partenón en miniatura. En el otro extremo, se encuentra la Stoa de Attalus,
una amplia galería que había servido de lugar de reunión y comercio. Actualmente alberga un pequeño museo con estatuas encontradas
en el Ágora Antigua, así como piezas de cerámica.
Al contrario que en otros monumentos de Atenas, que se pueden ver perfectamente desde fuera, en este caso
recomendamos mucho entrar a visitar el Ágora Antigua, ya que es un recinto
muy grande y en él se pueden encontrar muchos restos de interés que dejan imaginar lo que fue el centro de la vida pública en el siglo IV a.C.
- Iglesia Kapnikarea
Esta iglesia ortodoxa griega, con sus bonitos ladrillos y tejas, es una de las más antiguas de Atenas. Tiene una gran particularidad, y es que se encuentra por
debajo del nivel de la calle. Se llega por la calle Ermou, el eje comercial de la ciudad, caminando al este desde Monastiraki, ya que está prácticamente en medio
del paseo comercial. El interior contiene frescos originales en buen estado de conservación y es muy frecuentada por los fieles que expresan su devoción.
- Mikri Metrópoli y Catedral Metropolitana
La Mikri Metrópoli es una diminuta y adorable capilla bizantina del siglo XII, a los pies de la Catedral de la Anunciación de Santa María,
también llamada Catedral Metropolitana. La Mikri Metrópoli está ornamentada con preciosos bajorrelieves en los cuatro lados exteriores. Hay un gran ajetreo de
devotos y turistas que entran y salen del interior.
La Catedral Metropolitana, del siglo XIX, es mucho menos delicada y más funcional. El interior está decorado con pinturas ortodoxas en las que
predominan los tonos azules y dorados. En ella se casaron, en 1962, los reyes eméritos de España, Sofía de Grecia y Juan Carlos de Borbón.
AL SUR DE SYNTAGMA
- Plaza Syntagma
En esta enorme y moderna plaza, se encuentra el Parlamento, en un palacio del siglo XIX. Se puede ver el cambio de guardia, con los soldados marchando con los trajes tradicionales.
- Puerta de Adriano
Algo alejada del centro, al sur de la plaza Syntagma, la Puerta de Adriano es un arco del triunfo, construido en el año 131 para separar la nueva ciudad romana
de la antigua ciudad de Teseo.
- Templo de Zeus (Olympium)
Justo al lado de la Puerta de Adriano, este era un templo griego colosal, aunque solo se conservan en pie 15 de las 104 columnas corintias. Nosotros pagamos la
entrada (4 euros en invierno) para visitar el recinto, pero creemos que no vale la pena porque no hay mucho que hacer.
Te acercas a la estructura del templo, con sus inmensas columnas, y después hay algunas ruinas esparcidas por los alrededores. Sin embargo, no se ve nada que no se vea ya bien desde fuera. Como nos pasó con la gran mayoría de sitios
turísticos de Atenas, echamos en falta que hubiera algún cartel o folleto informativo, alguna información que ayudara a guiar la visita.
- Estadio Panatinaico
Este imponente estadio en forma de "U" fue construido para los primeros Juegos Olímpicos de la Edad Moderna (1896). Es también donde acabó
la Maratón de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. El estadio tiene una capacidad para 70000 personas.
Las gradas se extienden alrededor de la pista negra, en la que están marcadas las calles y también están grabados los anillos olímpicos en el suelo.
Puedes correr por la pista y hay también un podio en el que te puedes hacer fotos. Se puede subir por las gradas hasta lo más alto y rodear todo el estadio. Desde la pista, por un
túnel se puede acceder a un pequeño museo de antorchas y carteles olímpicos.
Aunque nos gustó mucho el lugar por su significado histórico y deportivo, el sistema de visitas nos pareció muy mejorable. En principio, la entrada incluye audioguía, pero cuando llegamos no les quedaban y en el recinto no
hay ningún cartel. Como no quedaba mucho tiempo para que lo cerraran, no podíamos esperar y tuvimos que hacer la visita por nuestra cuenta.
- Jardín Nacional y Zappeio
Muy cerca del Olympion, la Puerta de Adriano y el Estadio Panatinaico, se encuentra el gran y apacible Jardín Nacional. En él
se encuentra el Zappeio, un monumental edificio que se utiliza como sala de congresos. Justo delante hay una gran fuente.
Se puede acceder al edificio gratuitamente y admirar el patio interior con su galería de columnas, modernas pero en estilo griego clásico. Incluso hay algunas columnas con cabezas de mujer,
como las Cariátides.
ALREDEDORES DE PLATEIA OMONIAS
- Plateia Kotzia
Amplia plaza peatonal, con una fuente y una escultura en medio, y rodeada de los edificios amarillos de la alcaldía y las sedes de los bancos.
- Plateia Omonias
Circular y ajetreada plaza, por la que circulan coches y autobuses, y en la que se encuentra la parada de metro del mismo nombre. Está rodeada de comercios,
panaderías y lugares donde tomarse un souvlaki. Cuando estuvimos, estaba en obras.
- Mercado Central (Kentriki Agora)
Al sur de la plaza Omonia, este ajetreado mercado es una mezcla de Oriente y Occidente. Ocupa manzanas y manzanas de calles, con sus mostradores llenos de
carne y pescado, y bazares de muebles, tejidos, objetos del hogar, y todo tipo de cosas.
- Ethniko Theatro
De 1891, este edificio neoclásico es a la vez conservatorio y escenario nacional de tragedias antiguas y modernas. Se encuentra en la Agiou Konstantinou, a
unos 200 metros de la Plaza Omonia.
- Iglesia de San Constantino
Este templo se encuentra prácticamente enfrente del teatro, en una pequeña y agradable plazoleta. La fachada, de mármol, cuenta con dos torres y un frontón
con cuatro columnas. El interior, de dos pisos, tiene arcos y columnas, y destacan las pinturas doradas y rojas.
- Templo de Agia Paraskevi
Curiosa iglesia ortodoxa, cerca del Mercado Central, con dos torres octogonales con relojes y una cúpula bizantina.
OCIO
- Museo de las Ilusiones de Atenas
El último día, aprovechamos el tiempo que nos quedaba para visitar este museo de las ilusiones. Aunque no es tan espectacular como otros que hemos visitado,
permite pasar un rato entretenido. Como su nombre indica, tiene múltiples exhibiciones interactivas sobre ilusiones ópticas, con carteles con explicaciones
didácticas en inglés y griego. Siguiendo las instrucciones, te puedes llevar unas cuantas fotos muy curiosas de recuerdo.
- Great Escape
Muy recomendable para los amantes de las escape room. El local de Great Escape se encuentra en una zona de bares y restaurantes
muy animada, en pleno centro de Atenas. De las muchas salas que tienen, jugamos dos: The Survivor y Guantánamo. Recomendamos muchísimo la
primera, puesto que es muy original, divertidísima y de las que suben la adrenalina. Llevamos más de 70 escapes y nunca habíamos
visto nada parecido. Eso sí, si podéis es mejor que seáis más de 2 personas, y además hay que estar en buena forma y no ser aprensivo,
porque hay pruebas físicas bastante duras y también otras sorpresas...
La otra sala, Guántanamo, es una sala de escape muy clásica y no nos gustó tanto.
CABO SUNIO
El Cabo Sunio es una popular excursión de medio día desde Atenas, especialmente para ver el atardecer. Se trata de un cabo sobre el mar Egeo, en el
cual se encuentran las ruinas del Templo de Poseidón.
Cómo llegar y salir
El Cabo Sunio se encuentra 65 km al sudeste de Atenas. Hay un servicio de autobuses, que cubren el trayecto cada hora. Aunque hay varias paradas en la ciudad,
nosotros lo cogimos en la terminal de Mavromateon, cerca del Museo Arqueológico. Es importante confirmar bien los horarios de los últimos autobuses, ya que
el cabo está en un lugar recóndito y aislado y una vez ha oscurecido ya no hay nada que hacer allí, por lo que no es recomendable tener que esperar una hora adicional.
Qué ver y qué hacer
- Templo de Poseidón
En lo alto del promontorio rocoso, tiene una ubicación envidiable, alzándose sobre el mar. Construido entre 444-440 aC, es uno de los mejores ejemplos de
la arquitectura de la Edad de Oro de Atenas. Quedan en pie 16 de las 38 columnas dóricas originales, que adquieren un bonito color dorado al atardecer.
Hay que comprar la entrada en las taquillas para poder acceder al recinto del templo y subir a la punta del cabo.
- Atardecer sobre el mar Egeo
Es recomendable visitar el Cabo Sunio al atardecer, para ver la espléndida puesta de sol sobre el mar Egeo, por detrás de las columnas del templo. El lugar está
atestado, pero se puede encontrar algún punto más tranquilo (y quizá con mejores vistas) en los acantilados que hay fuera del recinto de pago.